Blanco o negro, jamás gris
Un problema de mi país, Argentina, es el extremismo. Nunca podemos encontrar términos medios y al final, las discusiones sobre políticas públicas terminan transformándose en una batalla personal.
Por estas fechas, al igual que en muchas partes del mundo, el feminismo se ha posicionado como principal tema de conversación, y tal es así, que lograron instaurar en la agenda pública una de sus principales necesidades, el “Aborto legal, seguro y gratuito”.
Como si fuese poca la “grieta” política que nos divide, se suma una nueva, la grieta por el derecho, “el derecho a abortar” o “el derecho a la vida”. Cada vez se degrada más el nivel de discusión y con ello su objetivo.
Mi opinión personal sobre este tema prefiero reservarla, pero a donde los quiero llevar es al mundo de la reflexión y la memoria.
Muchas veces tomamos decisiones sin pensar realmente en sus resultados, decimos, hacemos o deshacemos de manera impulsiva y el daño ocasionado ya es irreparable.
A lo largo de la historia los derechos humanos, principalmente los femeninos, han sido violados y en la actualidad no podemos permitir que suceda.
¿La solución? Pensar los resultados antes de realizar cualquier acción y si la misma incluye terceros, ponerse en el lugar de los demás.
Escrito por: Kurt OttosenCORIA Argentino