En esta ocasión no escribo para hablar sobre una problemática que estén viviendo niños, niñas y adolescentes en las Américas, escribo para agradecer y despedir el espacio que me fue prestado dentro del grupo de Corresponsales Infantiles y Adolescentes del Instituto Interamericano del Niño, Niña y Adolescentes (IIN) perteneciente a la Organización de los Estados Americanos. Viví esta experiencia por representar a un grupo de adolescentes en México llamado Red Nacional de Adolescentes.
Al iniciar el curso no tenía una expectativa clara de cómo sería trabajar con el IIN, para ser sincera era la primera vez que escuchaba de este organismo. Pero me siento feliz de decir que tanto en el taller previo como en la producción de material para la difusión y defensa de derechos de la infancia y adolescencia me hicieron sentir en un espacio seguro, con respeto y donde mi opinión y preguntas tenían un valor. Ese valor lo traduzco en tiempo, paciencia, educación y en siempre haberme tratado como un igual. En ningún momento sentí que tomaran esta postura de “Somos personas adultas que te van a enseñar lo que no sabes por ser joven, y esa deberá ser tu opinión” en cambio, me brindaron orientación e información para posteriormente armas mis propias opiniones y pulir mis trabajos.
Este curso me sirvió para reforzar la documentación sobre situaciones donde se vulnera a niños, niñas y adolescentes y me animó a documentarme sobre otros más, porque lamentablemente tenemos muchas áreas que cubrir y mejorar para que estos derechos se respeten. También me abrió un panorama más grande sobre la situación de derechos a nivel continental, anteriormente estaba muy focalizada en México y ahora al conocer los artículos de otros CORIA en las Américas tengo una visión más amplia.
Me gustó mucho conectar con tantas CORIAS en las Américas, siempre es muy gratificante y bello ver que hay otra persona como yo con el interés en la defensa de derechos de infancia y adolescencia, pero en otra parte del mundo. Me hace creer que como generación vamos avanzando y que nunca voy a estar sola. Porque cuando te involucras más en la educación con base a derechos humanos empiezas a percibir como violencias actos que anteriormente normalizabas, y como la mayoría de la gente en tu entorno las normaliza, también llega un momento en que sientes que exageras ante las cosas, pero luego te encuentras con estos espacios en donde reafirmas tu postura.
Y si algún niño, niña o adolescente me está leyendo ahora y se ha sentido así al quejarse ante situaciones en donde se les discrimina o sufre cualquier tipo de abuso por su edad quiero decirle que las cosas que siente invasivas, violentas, inapropiadas son producto del adultocentrismo y no, no es que exagere o vea violencia donde no la hay.
Este espacio contribuye mucho a la promoción de derechos de la infancia y adolescencia, no solo al hacer la publicación periódica de artículos y acudir a espacios de representación de las infancias, sino que por el mero hecho de trabajar directamente con niños, niñas y adolescentes brindando orientación y consejería van ayudando a que haya más activistas por derechos de la infancia y actores de cambio. Creo que uno de los mejores regalos que le puedes dar a alguien es educar, porque la persona que recibe educación puede seguir compartiéndola y aplicarla en su vida diaria, especialmente si hablamos en educación de derechos.
Por mi parte sé que este espacio me dio más energías para seguir al tanto de los derechos de este sector de la población, informar a cuantas personas pueda y exigir el respeto de los derechos en mis espacios cercanos. Quedo siempre al servicio de cualquiera de mis pares que algún día necesite ayuda para hacer valer sus derechos. Juntos siempre encontraremos los modos.
Finalmente, agradezco a mis amigos y amigas de la Red Nacional de Adolescentes en México que me confiaron hacer una representación en este espacio. Deseo que se abran cada vez más lugares y consejos para que esta oportunidad llegue a más niños, niñas y adolescentes para que tengan la oportunidad de aprender de sus derechos y con ello ir generando cambios en la sociedad. Agradezco mucho también a todas las personas que trabajan en el instituto y en especial a quienes estuvieron más cerca como Dulce y Teresita.
Invito a más niños, niñas y adolescentes a que se acerquen a este tipo de espacios y se animen a empezar a alzar la voz. Porque estás pequeñas acciones nos hacen avanzar. Creo que la lucha por los derechos de infancia y adolescencia se refleja en la siguiente frase de Eduardo Galeano “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Por más lejano que sintamos a veces el alcance pleno y total de nuestros derechos, y lo insignificante que sintamos que es el trabajo que hacemos para el alcance de estos, nunca debemos olvidar que lo que hacemos nos ayuda a caminar, y no dejar de hacerlo es lo que más importa.
Escrito por: Marisol Rivera CORIA México