El difícil acceso a la salud mental de la niñez y adolescentes en El Salvador

La Salud Mental es según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2004) “… un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias actitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”

En sí podemos catalogarlo como un estado en donde como seres humanos nos vemos, percibimos la influencia de la forma de pensar, sentir y actuar cuando nos enfrentamos a las demandas de la vida. Cuando esta forma de percibir las cosas es negativa, nuestra calidad de vida y bienestar general disminuye, llevándonos a desarrollar una mala salud mental a nivel personal o interpersonal.

Por lo anterior, hay que definir la calidad de vida como “la percepción de un individuo de su posición en la vida en el contexto de la cultura y los sistemas de valores en el cual vive, y en relación con sus metas, expectativas, estándares e inquietudes” (Grupo WHOQOL, 1995).

Pero, ¿Por qué razón la salud mental de la niñez y adolescencia es tan importante en nuestro país? Según las estadísticas, entre los años 2010 y 2017, en El Salvador se registró un promedio anual de 205 suicidios según Ministerio de Salud (MINSAL), (Datos del 2019). Solo entre enero y julio de 2018, Salud reportó 635 casos de intentos de suicidios, una tasa de 9.5, por cada 100.000 habitantes. Algunos Psiquiatras, indican que esto se da mayormente en  jóvenes de entre 19 y 25 años.

¿Qué nos indican estos datos?, indican la necesidad urgente de la atención profesional a los adolescentes y corroborar la estabilidad mental de ellos. En nuestro país la atención medica esta más centrada a lo que es salud médica, dejando de lado las atenciones psicológicas y psiquiátricas.

La importancia de la promoción de la salud mental en los jóvenes a través de hábitos y estilos de vida saludables que les permita una sana convivencia social-comunitaria, participación en actividades deportivas, integrarse en grupos de jóvenes, el mantener vínculos familiares sanos, entre otras actividades, son fundamentales para su equilibrio o bienestar.

Además, en los casos en donde lo amerite, el abordaje de problemáticas psicosociales o psicológicas de adolescentes para prevenir trastornos psicológicos o psiquiátricos; permitirá la detección oportuna de problemas que terminen desencadenando un suicidio. Muchos adolescentes y jóvenes que terminan en el suicidio, presentan cuadros de depresión, bajo rendimiento académico, baja autoestima, consumo de drogas o alcohol, abusos sexuales infantiles, y violencia intrafamiliar.

Por todo lo anterior, concluimos que guiados en las estadísticas mencionadas, y con base a nuestra percepción de las dificultades en el acceso a la salud mental desde la promoción y la prevención de trastornos mentales; se constituye en una urgencia del Estado Salvadoreño crear políticas sociales amparadas en la legislación existente en materia de salud mental que permita un mayor y mejor acceso a la salud mental en sus tres niveles; no únicamente la intervención, sino que basado en un modelo de promoción desde el ámbito comunitario; permitiendo a la vez que no existan desigualdades sociales ni económicas para su acceso de la niñez y adolescencia; sino que asegurando que las clases socioeconómicas en mayor riesgo, tengan asegurada su cobertura.

 

Escrito por: Román Mendoza

CORIA El Salvador

 

Referencias bibliográficas: