La situación de los derechos de niños, niñas y adolescentes en Perú

La situación de los derechos de niños, niñas y adolescentes en Perú

 

Analizar la realidad que afronta actualmente el Perú respecto a derechos de niños, niñas y adolescentes, es una labor que personalmente considero que es desde su naturaleza  algo complicada.

 

Lo considero de esta manera, debido a que al gozar nuestro país de una diversidad cultural y territorial tan amplia, observamos realidades completamente distintas tanto en Costa, Sierra y Selva; esto nos lleva a enfocarnos también en la manera en la que se aplican estos derechos en las diferentes regiones que conforman nuestro Estado, y las garantías que deben brindarse para asegurar que cada niño pueda ejercer sus derechos y pueda vivir en un entorno digno y saludable.

 

Desde el Código de los Niños y Adolescentes, se otorga un reconocimiento a estos como: “sujetos de derecho, libertades y protección específica”,  razón por la cual notamos una visualización del niño y adolescente como un sujeto capaz y merecedor de un resguardo especializado, esto es avalado y desarrollado de forma más amplia  por el ya mencionado código, y por la Convención de los Derechos del Niño respecto al Interés Superior; el mismo  que es aplicado en toda la legislación nacional reguladora que involucre a la niñez y adolescencia.

 

Pero… reflexionando sobre esto, regresamos a lo mencionado al principio, y su aplicación en la realidad, nos planteamos las siguientes preguntas: ¿Realmente todos los niños y adolescentes en Perú pueden ejercer sus derechos? ¿Qué derechos que siendo existentes son vulnerados? ¿Cómo afecta la realidad de cada región el ejercicio de  derechos?

 

Respondiendo la primera pregunta, notamos la siguiente realidad: En Perú, cerca del 80% de los niños indígenas carece de acceso a algunos de los derechos más básicos, como son la educación y la salud. Siendo el sector más vulnerable de la sociedad,  y que  según un estudio presentado por UNICEF y el Instituto Nacional de Estadística (INEI) indica que en este país de 30 millones de habitantes, existen grandes desigualdades entre los niños según su origen étnico.

 

Se señala que el 78% de niños y adolescentes indígenas vive en situación de pobreza, frente al 40% de los que hablan castellano, y que la desigualdad es todavía mayor en los grupos étnicos de la Amazonía, donde la cifra de pobreza entre los menores indígenas alcanza el 86%. (BBC MUNDO, 2010).  Vemos claramente que no todos los niños y adolescentes pueden acceder a sus derechos de la misma manera y se violan los artículos 2. Inc. 1 y 4 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que buscan que el Estado asegure que todos ejerzamos nuestros derechos sin limitación o restricción de alguna índole.

 

Día a día los derechos son violados de forma repetitiva, siendo un problema alarmante, esto es notorio al saber lo siguiente:

  • Vemos las violaciones a los Art. 19 y 34 de la CDN, ya que según la estadística dada por el Programa de Investigaciones Criminológicas y Análisis Prospectivo del Ministerio Público del Perú, el 76% de las víctimas de abuso sexual  registradas en Perú en los últimos años eran menores de edad, y el 60% tenían entre 13 y 17 años. (DIARIO CORREO, 2018).
  • La anemia y la desnutrición atacan al 43,5% de niños menores de 3 años, cifra que evidencia un estancamiento respecto a años anteriores, siendo los niveles más altos en Puno (67,7%), Pasco (58,7%) y Loreto (57,4%). Agregando que cerca de 170 mil niños viven con esta enfermedad en  Lima, que como capital cuenta con el índice más alto en todo el país. (EL COMERCIO, 2019).
  • Perú es actualmente el país con mayor tasa de trabajo infantil y adolescente en toda Sudamérica, más de un millón y medio de niños y adolescentes entre 5 y 17 años de edad son víctimas del trabajo infantil en el Perú. Según información del Ministerio de Trabajo, de este total, un 88.5% trabaja en el área rural y 91.2% de estos menores tiene un trabajo peligroso;  porque laboran más horas de las permitidas o ejecutan actividades inapropiadas para su edad.
 

Aunque la Convención sobre los Derechos del Niño reconoce que las formas de trabajo adecuadas a cada edad cumplen una función importante para que los niños y adolescentes adquieran ciertas competencias y responsabilidades, en el país el trabajo infantil no tiene estas características. (PERÚ21, 2018).

  • El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú notificó que se atendieron más de 16.000 casos de maltrato infantil durante el 2018, e indica un aumento del 50 por ciento de la violencia contra los niños, en comparación con las cifras registradas en 2017. Teniendo también uno de los índices más altos de maltrato y vulnerabilidad infantil en el mundo, donde el 73, 4% de los adolescentes han sufridos hostilidades. (TELESUR, 2018).
 

Es lamentable ver con estadística e información verídica las vulneraciones de derechos que afronta nuestro país de forma cotidiana, y  también como problemas sociales tan grandes como lo pueden ser la desigualdad y el centralismo contribuyen al incremento de estas mismas. Tenemos muchos sectores donde la ayuda y los programas sociales no llegan eficientemente, o simplemente no llegan; estas circunstancias hacen que no todos los niños y adolescentes puedan hacer valer sus derechos de la misma manera. ¡Cuando todos deberíamos poder hacerlo por igual!

 

¡Debemos promover un país donde no existan desigualdades! ¡Donde todos puedan ejercer sus derechos! ¡Queremos niños y adolescentes felices! Todos juntos tenemos que buscar el país que deseamos y es nuestro deber participar, dar nuestro grano de arena en protección de los derechos y contribuir con el desarrollo de nuestro Perú.

 

Por nuestro hermoso país, por sus futuras generaciones.

  Escrito por: Nikole Shantall Meza Torres CORIA Perú   Bibliografía: