El trabajo infantil es una de las problemáticas más frecuentes en niñas, niños y adolescentes, no sólo en México (quien es el segundo país de América con más casos de esta problemática), sino en todo el mundo y se presenta en distintas modalidades como: el trabajo doméstico, el trabajo forzoso, la explotación sexual, el trabajo industrial, el trabajo en la calle, etc.
Durante esta pandemia los casos de trabajo infantil se han incrementado excesivamente según el periódico “El Economista”, UNICEF predijo en el mes de junio que las cifras de trabajo infantil en este país aumentarían en un 5.5%, lo que significa que en promedio habría 177,000 niños mexicanos o residentes en México trabajando; los que vivimos aquí sabemos que actualmente las cifras ya superan esta estimación, y esto es algo muy triste porque esta problemática violenta prácticamente todos nuestros derechos establecidos en la CDN, algunos ejemplos de estos son: Derecho a la educación, a la salud, a la vida, la supervivencia y al desarrollo, al descanso y el esparcimiento, etc.
Algunos de los detonantes para los aumentos en las cifras fueron todas las consecuencias que trajo la pandemia, por ejemplo: la crisis económica, muchas familias se quedaron sin sustento debido a la pérdida de los empleos y desgraciadamente tuvieron que mandar a los pequeños de la casa a trabajar para llevar comida a la mesa, otro detonante fueron las clases en línea, no todos tenemos acceso a Internet, a una computadora o a un teléfono celular, así que, al no poder acceder a estas clases, muchos padres enviaron a sus hijos a trabajar.
En mi entorno puedo ser testigo de muchos de estos casos, en mi estado (conocido como departamento o provincia en otros países), este problema se observa principalmente de dos maneras: niños trabajando en las calles (vendiendo dulces, periódicos o limpiando vidrios en los semáforos) o trabajando en los campos agrícolas; además cada año en mi localidad se conmemora “El Carnaval”, la festividad más importante de Mazatlán, el puerto donde yo vivo y vienen personas de todo el mundo, durante estos días de carnaval hay otro incremento en trabajo infantil, vienen niños de todas las regiones de México a vender comida, luces, juguetes y otros artículos.
Para prevenir y erradicar el trabajo infantil en México nos unimos como sociedad: niñez y adolescencia, instituciones, autoridades; todos juntos con un mismo propósito, frecuentemente realizamos diálogos, campañas y operativos para darle continuidad a esta lucha.
Desde mi punto de vista creo que este es un tema muy delicado, es un problema muy grave que está presente en todas las sociedades de todo el mundo, y es algo por lo que vale la pena luchar y alzar la voz (de una manera pacífica), el trabajo infantil lo podemos observar en nuestro entorno y es algo muy triste, pero afortunadamente hay Instituciones que nos ayudan a ejercer plena y felizmente nuestros derechos, los invito a que las conozcamos y si somos víctimas de este o de otros problemas o si conocemos a alguien que pueda estar pasando por estas situaciones no dudemos en denunciar, ellos nos brindaran apoyo, lo importante es no quedarnos callados, porque la infancia es para jugar y estudiar, no para trabajar.
Recuerda conocer, sentir y vivir nuestros derechos.
Escrito por:Enrique Figueroa.
CORIA México.
Fuentes: