Hace un mes, en mi artículo anterior, hice un comentario en referencia a la educación en El Salvador, alegando que mi país no está preparado para las clases de forma virtual. Así que, en base a ese comentario, decidí expandir más la información y hablarles sobre esta situación que en lo personal me preocupa demasiado.
Soy una estudiante de 3er año de Bachillerato (último año de educación secundaria), y estoy próxima a ingresar a la universidad, por lo cual mi preocupación por mis estudios es mayor. Y al igual que yo hay muchos niños, niñas y adolescentes que también sienten esa preocupación de: ¿Qué pasará con nuestro año escolar? Así que les comentaré un poco de lo que está pasando en ese rubro en tiempos de pandemia.
Como bien mencioné en mi anterior artículo la cuarentena domiciliar se declaró el 11 de marzo del presente año en El Salvador; lo primero en cerrar fueron los centros educativos y universidades públicas y privadas. En un principio no sabíamos que pasaría con nuestras clases, creíamos que regresaríamos luego de 15 días, pero eso fue cambiando a medida pasaban los días. Las clases empezaron a impartirse de manera virtual, a través de plataformas como: WhatsApp, Google Clasroom, Schoology, etc. Después, el Ministerio de Educación creó guías para apoyar al nivel de educación inicial, básica y media hasta segundo año. Estas eran entregadas a través de los maestros a los padres de familia o alumnos, quienes debían asistir en cierto tiempo a recibir estas guías.
Estas fueron las fases 1 y 2 del plan educación a distancia del Ministerio de Educación. El día 21 de Mayo del presente año, se dió inicio a las tercera fase de este plan, en el cual se da a conocer la explicación de material educativo a través de la radio y la televisión nacional, siendo el canal 10 el encargado de esta modalidad; e iniciando el día 25 de mayo, con un horario establecido para Inicial, Básica (primer, segundo y tercer ciclo), y media (1er y 2do año de bachillerato); este plan fue denominado “Aprendamos en casa”.
¿Por qué razón solo menciono hasta educación media?, porque en el caso de las Universidades públicas y privadas, estas tienen un sistema de educación a distancia establecido, debido a carreras que se brindan completamente en línea, por eso no las menciono ni están incluidas en los programas de Educación a distancia del Ministerio. Y, por otra parte, probablemente la mayoría ya no son adolescentes (que es mi foco de atención).
Si bien se está haciendo lo posible porque la educación no se descuide en ningún momento, tenemos una problemática; en el caso de las instituciones (escuelas, institutos y universidades), el acceso a medios digitales y tecnológicos es desigual. Si, en mi país el problema radica en el acceso a la Internet, medios digitales y tecnológicos. Según estadísticas en 2017 de la última encuesta de Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM)1 2, 1.8 millones de salvadoreños tenían o tienen acceso a Internet, esto es una buena parte de la población, pero ¿qué pasa entonces?, si bien esa cantidad de salvadoreños acceden a la Internet no todos tienen Internet residencial, si no que acceden a ello a través de recargas telefónicas, y en estos tiempos en los que nos encontramos en cuarentena, el salir por una recarga telefónica o el dinero para ello es complejo.
En mi caso, si cuento con Internet residencial, computadora y teléfono celular, pero no es así el caso de muchos de mis compañeros; soy presidenta de sección y cuando corresponde el envío de guías, exámenes o actividades, a muchos de mis compañeros se les dificulta; en algunos casos incluso he sido yo quien ha ayudado con los envíos o el arreglo de los documentos, cuando hay exámenes ya se han dado situaciones en las cuales los maestros tienen que repetir los exámenes hasta en 3 ocasiones, porque alguno de mis compañeros no ha podido conectarse por falta de Internet, señal, etc.
Otra problemática es la señal; hay muchas zonas en el país en las cuales la señal es la principal dificultad sumada a la falta de Internet residencial. Se han mostrado casos en los noticieros de estudiantes que pese a estas dificultades siempre buscan la manera de salir adelante. El más conocido es el de un joven universitario que para poder recibir sus clases, se subía a lo alto de un árbol a lado de su casa para obtener señal, con la preocupación de una posible caída. Una foto tomada a este joven mientras recibía sus clases, se volvió viral en redes sociales y se dio a conocer por los noticieros nacionales, esto llegó hasta el presidente, quien le ayudó al joven con un equipo tecnológico y acceso a Internet para que pueda conectarse a sus clases online.
Este es uno de los casos, pero al igual que él hay muchos estudiantes en las mismas o peores situaciones. Si bien era difícil el acceso a la educación antes de esto por las instalaciones precarias de muchos centros escolares (muchas escuelas e Institutos públicos fueron renovados), ahora con la situación de la pandemia la preocupación es mayor.
Como dije antes, El Salvador no está preparado para la educación a distancia ni de forma virtual, pero aun así hace el esfuerzo, porque este derecho se siga cumpliendo y no se abandone la educación. Recalco que me preocupa la situación y he llegado a comentar con compañeros que lo mejor sería la cancelación del año escolar y comenzar de nuevo, posiblemente el próximo año, si eso me garantiza que mi educación será mucho mejor, más no soy yo quien tomará la decisión, pero sí mi punto de vista.
Sé que tenemos muchas limitantes, pero como decimos: “los salvadoreños no nos rendimos, siempre salimos adelante”.
Escrito por:
Genesis Servellón
Coria El Salvador
Referencias:
1- Defensoría del consumidor (2017). Monitoreo del consumo en El Salvador. El Salvador. Recuperado de: https://www.defensoria.gob.sv/wp-content/uploads/2017/12/monitoreo.pdf
2- Morales, Juan José (2018). El Salvador es el tercer país con penetración de Internet en Centroamérica. Periódico El Diario de Hoy. El Salvador. https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/el-salvador-es-el-tercer-pais-con-penetracion-de-internet-en-centroamerica/542187/2018/