“Nada de nosotros, sin nosotros”
En estos últimos meses tuve el placer de participar en varios eventos sobre la promoción y protección de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
El 28 de septiembre estuve participando del Día de Debate General, llevado a cabo en el Palacio de las Naciones Unidas, ubicado en Ginebra, Suiza. Y hace tan solo unos días (del 22 al 25 de octubre) estuve participando del segundo foro de Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) y de la Reunión de la Comisión Permanente Niñ@Sur, ambos celebrados en Montevideo, Uruguay.
A pesar de que los eventos se realizaron en lugares diferentes, con personas diferentes y agendas de trabajo sumamente diferentes, las problemáticas planteadas fueron muy similares.
Alrededor del mundo los niños, niñas y adolescentes buscamos la promoción, protección, ampliación y garantía de nuestros derechos, pero también cumplir con nuestras obligaciones.
En las actividades mencionadas anteriormente se expusieron toda clase de sucesos, lo cual permitió ampliar conocimientos acerca de nuestra situación a nivel mundial. Entre ellos destaco lo mencionado en Ginebra por una colega de Sierra Leona, África, que nos comentó la ardua tarea que desarrollan para erradicar la mutilación genital femenina, matrimonio infantil y el intercambio de pescado por relaciones sexuales que ofrecen los empresarios del lugar a las menores de edad.
Cuando uno escucha en primera persona, relatos como el mencionado, la percepción sobre el mismo cambia drásticamente a que si fuese escuchado a través de televisión y mucho más, al compararlo con las problemáticas regionales.
Hubo dos frases que me marcaron mucho, una fue: “Si el mundo mirase los problemas desde la mirada de un niño, una mitad se resolvería y la otra no existiría”, y la segunda “Nada de nosotros, sin nosotros”. La primera corresponde a un niño europeo y la segunda fue sustraída de la Reunión de Niñ@Sur realizada en 2017, pero no por ello menos importante.
Y sobre esta última me gustaría hacer un fuerte hincapié e invitarlos a reproducirla por todos los ámbitos posibles. La misma hace mención a que no queremos que hablen de nosotros, a que no queremos que decidan sobre nosotros, a que no queremos que hagan cosas que nos conciernan directamente sin consultarnos, sin nosotros.
A lo mejor parece insignificante, pero no lo es, porque por más que algunos reducidos grupos de personas se nieguen a aceptarlo, los niños, niñas y adolescentes, evolucionamos de manera constante y la única solución para que el sistema no nos falle, es que nos tengan en cuenta al momento de legislar sobre tópicos relacionados directa o indirectamente con nosotros.
Cabe mencionar que en estos eventos participaron un total de más de 150 niños, niñas y adolescentes, de manera presencial y varios cientos de manera virtual, los cuales fuimos realmente escuchados, y por ello es que próximamente saldrá un informe oficial con las conclusiones del Debate en Ginebra y que durante el II Foro SIPINNA y Niñ@Sur trabajamos junto con los Estados y la sociedad civil, recalcando que en el último evento, logramos la concreción de la Red Sur de Crianzas y Adolescentes (Red SurCA).
Con este artículo finalizo mi rol como CORIA, aunque jamás finalizaré mi rol como defensor de los DDHH. Por último, agradecer a todas las personas que día a día trabajan para/con nosotros en pos de un mundo mejor, pero principalmente a Ingrid Quevedo, Dulce Castillo y Luis Albernaz que son quienes me acompañaron, además de mi familia, en esta inolvidable tarea.
“No hay problema que no podamos resolver juntos, y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos»
Lyndon Johnson