La educación es un proceso de desarrollo social, intelectual y emocional que debe preparar a los niños, niñas y adolescentes para enfrentar los retos actuales y futuros y desarrollar todo su potencial para un desenvolvimiento exitoso. Tanto la Convención de los Derechos del Niño como la Constitución Ecuatoriana Vigente (2008) y el Código de la Niñez y Adolescencia (2003) coinciden en destacar a la educación como un derecho y obligación del Estado para con su Niñez y Adolescencia.
El Estado Ecuatoriano es el encargado de defender y hacer cumplir este derecho, garantizando su universalidad y la culminación de los distintos niveles educativos de acuerdo a las etapas tanto de la niñez como de la adolescencia; considerando la pertinencia territorial y cultural de manera participativa e inclusiva; y promoviendo un desarrollo sustentable (Código de la Niñez y Adolescencia, 2003).
El Código de la Niñez y Adolescencia no solo define el derecho al acceso a la educación, sino que también exige calidad en los procesos educativos (Artículo 37). Este enunciado y el marco legal ya referido coinciden con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4, el cual plantea garantizar hasta el 2030 una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
El derecho a la educación es un condicionante social, económico, político y cultural que permite superar la pobreza, disminuir las inequidades generando igualdad de oportunidades a través de la movilidad social, promoviendo una inserción laboral adecuada, toda vez que las oportunidades de desarrollo se basan en los conocimientos y habilidades que son adquiridas en gran parte del sistema escolar.
En estos tiempos de Pandemia por la COVID-19, el eje de educación se ha visto totalmente afectado ya que, en Ecuador, solo el 37 por ciento de los hogares tienen acceso a internet, lo que significa que 6 de cada 10 niños no pueden continuar con sus estudios a través de la nueva modalidad de clases virtuales. La situación es más grave para los niños de zonas rurales, solo el 16 por ciento de los hogares tienen este servicio.
No obstante, en el país 9 de cada 10 hogares si cuenta con televisor o teléfonos celulares, lo que supone una alternativa para llegar a los niños a través de estos medios.
El objetivo que tiene el Estado Ecuatoriano, en este importante eje, es que la educación no se detenga, debido a la emergencia sanitaria. Esto supone un reto y una oportunidad para repensar la educación y plantear propuestas y otras de formas de enseñar.
Mi experiencia con las clases virtuales ha sido muy efectiva, ya que, a pesar de esta nueva modalidad, los docentes se esfuerzan para poder aplicarnos la enseñanza respectiva, pero, ¿Qué sucede con los niños, niñas y adolescentes que no tiene disponibilidad de internet?, ¿Están perdiendo su escolaridad?
Existen otros medios para poder garantizarles a los niños, niñas y adolescentes la Educación, por ejemplo, Radios, Periódicos, Libros, etc. Los métodos existen, pero es la responsabilidad del Estado Ecuatoriano realizar el trabajo continuo, para que en todos los hogares que falte la disponibilidad de internet, nadie se quede sin educación.
“Nuestros derechos no están en cuarentena”, nosotros debemos ser un elemento fundamental en los planes de trabajo del Estado, nosotros somo el presente y el futuro de la patria, ¡NO SON FAVORES SINO DERECHOS!, ¡NUNCA NOS QUEDEMOS CALLAMOS, SIEMPRE HAGAMOS ESCUCHAR NUESTRA VOZ!, ya que así nuestra labor en defensa de los derechos de nosotros se ha cumplido, ¡NO HABLEN DE NOSOTROS SIN NOSOTROS!
Elio Eduardo Cedeño Procel
CORIA Ecuador
Bibliografía:
- Observatorio Social del Ecuador (2018). Situación de la niñez y adolescencia en el Ecuador, una mirada a través de los ODS.