Adolescentes en conflicto con la Ley
El código de Infancia y adolescencia (Ley 1098 del 2006), es el que establece el sistema de Responsabilidad penal para adolescentes en Colombia, el cual lleva acabo el juzgamiento de delitos cometidos por adolescentes de catorce a dieciocho años al momento de cometer un hecho indigno.
Cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar demuestran que desde el año 2007 al año 2018 el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes atendió 241.144 adolescentes los cuales el 88% eran hombres y el 12% mujeres, estos datos además señalan que las mayores incidencias de delitos las cometen adolescentes entre los 15 y 17 años de edad.
Considero que la mayoría de adolescentes que comenten delitos son debido a las consecuencias de unas condiciones económicas, sociales y familiares que los llevan delinquir, esta es la evidencia de que a la mayoría de estos adolescentes se le han vulnerado sus derechos fundamentales. Según un informe de la Procuraduría General de la Nación – Instituto de Estudios del Ministerio Público, señala que el perfil de estos adolescentes muestra que ellos también fueron víctimas así: el 100% víctimas de maltrato infantil; el 76% víctimas de violencia sexual; el 89% carencias afectivas; el 86% consumen sustancias psicoactivas; el 33% de los infractores fueron trabajadores infantiles; el 44% delinque como medio de subsistencia y el 41% ha sido habitante de calle (Hombre) y 63% (Mujeres).
Estas cifras generan preguntas tales como ¿Dónde están los padres de estos adolescentes? ¿Qué pasa con las instituciones educativas? ¿Dónde están las entidades que velan por los derechos de estos adolescentes? Y la respuesta a estas preguntas en su mayoría hacen parte del anonimato.
Es hora de hacer algo por estos adolescentes que son victimarios y víctimas a su vez, es hora de jugárnosla toda por los estos chicos y chicas que en unos años van a ser el futuro de este país. Que es estas cifras firmen un presenten en cada familia para que sean ellas las que no permitan que más adolescentes se conviertan en victimarios.
Que el amor, las ganas de generar el cambio y la libertad sea la clave para reducir estas cifras.
Por: Lizeth Yarena Albarracín Teherán.
CORIA – COLOMBIA