Un llamado a la salud de los niños, niñas y adolescentes de las comarcas indígenas en Panamá

Un llamado a la salud de los niños, niñas y adolescentes de las comarcas indígenas en Panamá

 

El derecho a la salud se ve contemplado en el artículo 24 y 25 de la Convención sobre los Derechos del Niño. Este derecho nos plantea que todas las personas deben tener acceso a los servicios de salud cuándo y dónde lo necesiten, sin tener que hacer frente a dificultades económicas.

 

Es un derecho fundamental que debe ser brindado con los mejores estándares de calidad y aún más cuando se trata de la salud de los niños. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a tener un servicio médico no importando el lugar en el que resida.

 

Sabemos que desde que nace un niño o niña debe llevarse un control sobre su salud, por ejemplo: su control de vacunas, etc. Pero, si un niño no tiene acceso a centros médicos ¿Cómo puede este gozar de buena salud?

 

Un periódico de la localidad nos mencionó que recientemente, en la comarca Ngäbe Buglé lamentablemente fallecieron 4 personas entre ellos 2 niños por problemas gastrointestinales, eso debido a la falta de centros médicos en la comarca.

 

En Panamá se debe mejorar la atención médica principalmente en las comarcas indígenas, se han presentado casos en los cuales los niños de esa región se ven en la necesidad de tomar remedios caseros que no siempre son los más eficaces ya que no cuentan con un servicio médico cercano, o esos centros médicos no cuentan con los implementos necesarios para cuidar de la salud de los niños, niñas y adolescentes.

 

Una de mis recomendaciones seria: promover iniciativas para la prevención y lucha contra enfermedades que se pueden evitar en el periodo infantil y exhortar al estado en la construcción de un centro de salud en las áreas comarcales para poder ofrecerles a los niños, niñas y adolescentes una atención médica de calidad y gratuita.

 

Los niños y niñas deben crecer sanos y fuertes ya que son ellos el presente y el futuro de nuestro país.

  Escrito por: Ruby Castillo CORIA de Panamá    Fuente citada: