Educación libre de violencia contra niños, niñas y adolescentes

Educación libre de violencia contra niños, niñas y adolescentes

 

En México el tema de infancia y adolescencia ha logrado irse posicionando en la agenda pública y en el trabajo de organizaciones gubernamentales e internacionales, sin embargo, aún hay varios temas pendientes respecto a la infancia y adolescencia que atender. Uno de ellos en el primer entorno de desarrollo que es el hogar, loa castigos físicos como método de disciplina de parte de cuidadores de niños, niñas y adolescentes.

 

Y aunque estas prácticas  son del pasado para algunas familias, el estudio «Una situación habitual: violencia en la vida de niños, niñas y adolescentes» de Unicef muestra que esta aún prevalece en muchos otros hogares, pues cerca de 300 millones de niños de 2 a 4 años en todo el mundo (3 de cada 4)  son habitualmente víctimas de algún tipo de  disciplina violenta por parte de sus cuidadores y 250 millones (alrededor de 6 de cada 10) se les castiga por medios físicos. Estos datos son a nivel mundial, y en México el Senado de la República estima que 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes han sufrido de algún tipo de disciplina violenta.

 

Las consecuencias de que haya castigos corporales y violencias presentes en la educación de la infancia son variadas, entre ellas está que al sentir miedo al castigo, el niño o la niña no desarrolla su creatividad, inteligencia y sentidos, ofrece la violencia como un modo válido para resolver conflictos. Así mismo el castigo corporal conlleva castigo emocional.  El sostén afectivo del niño o niña está en el cariño y aprobación le cuide, Y este afecto con estas “disciplinas” entra en juicio para el niño o niña al ser víctima de violencia y causa confusión la idea de que alguien que te quiere también te violenta. Esto a su vez crea una dificultad en el desarrollo de valores como la paz, la democracia, la cooperación, la igualdad, la tolerancia, la participación y la justicia, esenciales para una sociedad democrática. Esto de acuerdo con el cuadernillo “Educa, No pegues” de Save the Children.

 

Y posiblemente el reto más grande para erradicar estas prácticas de violencia hacia la niñez es su normalización de parte de cuidadores. Pues según con cifras del estudio de Unicef anteriormente mencionado, a nivel mundial mil 100 millones de cuidadores (o algo más de 1 de cada 4) dicen que el castigo físico es necesario para criar o educar adecuadamente a niños y niñas.  Y en muchas sociedades es aceptada esta práctica, y sólo 60 países han adoptado una legislación que prohíba totalmente el castigo corporal contra los niños en el hogar, lo que deja a más de 600 millones de niños menores de 5 años sin protección jurídica plena.

 

Por su aceptación cultural y falta de regularización jurídica este tema sigue siendo un tabú dentro de la violencia contra la infancia. Si no se reconoce es como si no existiera, lo que sigue dejando a muchos niños y niñas vulnerables ante esta práctica.

 

La educación no debe de doler. Debe estar basada en el diálogo e intercambio de conocimiento, no en el abuso de poder y maltrato físico y psicológico. Empecemos a hablar de prácticas de educación sanas para lograr sociedades más influyentes con niños y niñas que no sientan miedo, puedan tener la confianza de ser ellos mismos y tomar iniciativa en la participación.

 

Escrito por: Marisol Rivera

CORIA México

 

Referencias: